miércoles, 7 de noviembre de 2012

PRINCIPALESINTERESYMOTIVACIONESDEOSJOVENESENELSIGLO21

PRINCIPALES INTERESES Y MOTIVACIONES DE LOS JÓVENES EN EL SIGLO 21
Los intereses y, en la misma medida, las actividades consecuentes, han ido cambiando a lo largo de las últimas décadas. Hollingworth (1955) incluía entre ellos: "1º: verse libre de la vigilancia familiar; 2º: contacto y conocimiento de individuos del sexo opuesto; 3º: capacidad de ganarse la vida; y 4º: una visión del mundo que unifique y le de sentido". Todo lo cual podría sintetizarse, según la misma autora, en la idea de "hallar el yo".
El cambio de los intereses que se comprueba a través de las diversas generaciones queda patentizado en las profundas modificaciones sufridas por el lenguaje. Al respecto Marcelli y Braconnier (1986) transcriben un muy interesante texto de la UNESCO ("La jeunese dans les annes 80"), que me parece especialmente significativo para el desarrollo de nuestro tema : "ni la actitud ni el vocabulario creados en los años sesenta parecen convenir a las realidades que se anuncian y que la juventud deberá afrontar en el curso del próximo decenio. Las palabras clave del informe de la UNESCO eran: confrontación, contestación, marginación, contrapoder, cultura de los jóvenes...A los jóvenes se les tomaba entonces como un grupo histórico distinto e identificable...Esta generación ha estado separada de sus mayores por un enorme abismo.
Las palabras clave de la vida de los jóvenes en el curso de la próxima década serán: penuria, paro, sobrecualificación, inadecuación entre el empleo y la formación recibida, ansiedad, actitud defensiva, pragmatismo; y se podría añadir a esta lista subsistencia y sobrevivencia...Si los años sesenta han movilizado a ciertas categorías de jóvenes en ciertas partes del mundo alrededor de una cierta crisis de cultura, de ideas, de instituciones, los años ochenta impondrán a la nueva generación una crisis material y estructural de incertidumbre económica crónica, incluso de privación ". Ratificando este sombrío punto de vista Marcelli y Braconnier (ibid) citan una encuesta de Burgière que mostró que más de la mitad de los jóvenes de quince a veinte años esperaban caer en las garras de la desocupación en algún momento de los próximos diez años. Y la encuesta que ya mencionamos en repetidas oportunidades a lo largo del presente ensayo, y realizada en nuestro medio por el CEOP, muestra idéntico perfil de intereses dirigidos a la autodefensa y a la sobrevivencia: SIDA, drogas, alcohol, problemas íntimos.


Si bien sin la fuerza que presentó en el decenio 1965/1975, los jóvenes siempre han mostrado una marcada tendencia a preocuparse por los pobres. Tendencia que seguramente responde a la mayor sensibilidad de quienes aun no han sido totalmente contaminados por el egoísmo de la sociedad hipercompetitiva y consumista, tendencia que además parece estar facilitada sobre todo en los adolescentes de clase media y alta por la proyección de la desilusión experimentada en la vida propia, como afirma Blos (1981). En otra perspectiva completamente diferente, un campo privilegiado para el estudio de los intereses de los adolescentes es el de sus juegos. Para una adecuada comprensión de la Psicología de esta edad debe investigarse qué es lo que hacen los jóvenes, y con mayor énfasis todavía, qué es lo que con mayor frecuencia desean hacer. Como quedó dicho, estos intereses y actividades han cambiado muchísimo en el transcurso del siglo XX, y siguen cambiando a singular velocidad. Tales hechos pueden crear inconvenientes en su estudio, sobre todo cuando a ellos se agregan otros, derivados de las diferencias notables en los resultados del estudio cuando se tienen en cuenta el nivel cultural, la ubicación geográfica, la época del año en que se lleva a cabo la observación, las creencias religiosas de los jóvenes, la pertenencia o no a grupos sociales y políticos, la mayor oportunidad para la práctica deportiva, etc. Hasta la década del treinta el interés por la lectura era mucho mayor de lo que resultó luego. La lectura compartía su posición de privilegio sólo con la radio. En ese momento histórico los preferidos eran ciertos cuentos y novelas rosas y los libros de aventuras, representados especialmente por los de Julio Verne y Emilio Salgari. Les seguían, relativamente cerca, las lecturas humorísticas. En las dos décadas subsiguientes continuó este predominio, pero se agregaron, en ciertos niveles sociales, la literatura fantástica y la poesía. Durante aquellos años los adolescentes eran asiduos lectores de diarios y revistas, preferentemente las de historietas.

¿ Deberíamos poner mas atención a las necesidades de los jóvenes?